miércoles, 26 de septiembre de 2007

Mi futuro "¿Una gran incógnita?"

Hace tiempo, "futuro"; para mí, sólo significaba pensar que haría al día siguiente, con quién me vería o donde iría. Esa palabra sólo eran unos pocos días más; nunca a largo plazo. Al igual que el pasado era sólo el día o la semana anterior.
Creo que al ir creciendo "mí futuro" (como expresión) fue adquiriendo más importantcia en mi vida, ya no era sólo el dia después, ahora comprendía años; en los cuales aparecieron las universidades, als pruebas, los curriculum y todas esas temidas cosas de la "vida de adulto" que queremos evitar a toda costa.
Cerrar los ojos e imaginar que haré en un año, donde y con quién estaré, eso es buscar mi futuro; pues sé que no vendrá de la nada... "un camino lo hacen los pies" y serán los míos los que pavimentarán el largo trecho que me queda por recorrer.
¿Que vendrá mañana? ¿Que me espera? Ya no temo a la palabra "incierto". Antes; no podia vivir sin saber que que iba a pasar al otro día; pero aprendía que ese afán de querer controlarlo todo le quita el gustito al futuro... le quita el gusto a la vida.
Tal vez vivir planificando el mañana sólo sirve para frustrarse si las cosas no resultan como lo esperábamos, pero tener expectativas de lo que queremos de nosotros es quitarle la incognita a la palabra futuro.
Seremos lo que queramos y anhelemos.
Si quisiera, realmente, saber donde estaré en un año más, consultaría a una medium; pero sé que ni ella podrá responderme con exactitud.
¡Y es que la vida da tantas vueltas! Tal vez hoy entre a estudiar Derecho y mañana me gradúa de medicina. O quizá no estudie, quizá trabaje. Quizá...
Si tan sólo dejara de cuestionarme si lograré todas mis metas y me dedicara a cumplirlas con todo mi esfuerzo, no dudaría tanto de mi futuro... sería más segura.
sé lo que quiero estudiar, sé para lo que soy buena y sé también que Dios se encargará de guiarme por donde mejor llegue a mis metas.
Para mi, el futuro ya no es una incógnita... porque dejé de cuestionármelo, dejé de preguntarme que irá a pasar mañana y así, de a poco, fuí descubriendo lo que me esperaba.
Sólo Dios es tan sabio para darnos las cosas cuando ya no las esperamos.
¿Qué queda de la incógnita del futuro?
Queda sólo el miedo a darnos cuenta que no somos capaces, el miedo a arrepentirnos y cambiar el destino.
La verdadera incógnita del futuro no es saber que haremos de nuestras vidas o que objetivos nos propondremos; sino si seremos capaces de cumplirlos y ser feliz.


Lo escribí en tercero... ¡que verdades me quedaban aún por descubrir!
¡Que cosas me tenía preparadas la vida!
¡Que cosas he cumplido que jamás pensé en conseguir!


Tercero medio... 2 años y medio... ¡sean comprensivos!

No hay comentarios: